Lucha contra la OTAN y la reconversión industrial #
El origen del PCPE se remonta al 13 de enero de 1985, coincidiendo con el primer aniversario del Congreso de Unidad de los Comunistas, el Comité Central del PCPE decidió crear la Comisión Estatal de los Colectivos de Jóvenes Comunistas (dirección provisional), con la tarea de celebrar el primer congreso de los CJC. Este fue un punto clave en la reconstrucción de la Juventud Comunista marxista-leninista en España, en un contexto en el que las fuerzas comunistas comenzaban a reagruparse.
Los días 6, 7 y 8 de diciembre de 1986 se celebraba en Madrid el I Congreso, bajo el lema «Conquista tus derechos. Lucha con nosotros». Con la presencia de 400 delegadas y delegados se elaboraron unas tesis programáticas destinadas a sentar las bases de la propuesta política de los CJC. Entre las cuestiones abordadas destacan la lucha del movimiento estudiantil, el trabajo sindical y en el movimiento obrero (tras las experiencias de la Huelga General del 20 de junio de 1985), la lucha contra la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y el trabajo de solidaridad internacionalista.
En 1981, el Gobierno español de la Unión de Centro Democrático (UCD) comunicaba a la OTAN su voluntad de adherirse al Tratado de Washington. Fue el PSOE, tras el referéndum de 1986, quien definitivamente introdujo a España en dicha entidad imperialista. En paralelo, desde 1978 se venía fraguando el ingreso de España en la Comunidad Económica Europea. Todo esto era parte de un proceso de creciente internacionalización del capitalismo español y una inserción dentro del sistema imperialista internacional, que se traducía a su vez en un proceso de destrucción de fuerzas productivas para adaptarse a la división internacional del trabajo. Esta última se plasmó en el cierre o la transformación de multitud de industrias, lo que provocó importantes luchas de resistencia de la clase obrera durante los años ochenta.
Frente al relato idílico de la Transición, lo cierto es que en este proceso de reorganización política y económica se aplicaron altos niveles de violencia contra el pueblo trabajador, tanto en términos de condiciones de vida como de represión directa. Para afianzar el nuevo sistema de dominación se recurrió a la violencia estatal, llegando a aplicar un verdadero terrorismo de Estado y diversos métodos de contención y manipulación de masas, en los que desempeñó un importante papel el denominado «ruido de sables» y el intento de Golpe de Estado del 23 de febrero de 1981 que contribuyó, entre otras cosas, a consolidar la monarquía.
En este contexto, los días 17 y 18 de marzo de 1989, se celebró en Madrid el II Congreso de los CJC, bajo el lema «El presente es de lucha, el futuro es nuestro». Este Congreso tuvo lugar dos meses después del primer gran intento de liquidación del PCPE tras un falso congreso de unidad con el PCE, donde buena parte del Comité Central y de la militancia del Partido volvió a las filas del proyecto reformista. Comenzaba así un periodo de enormes dificultades internas.
La crisis de los años 90 y la posterior recuperación #
Junto con la solidaridad activa de la URSS y los países socialistas, durante aquel periodo existió cierta dependencia económica y una subordinación a las orientaciones políticas de los aparatos internacionales de determinados partidos comunistas de Europa del Este. Esta situación propició el intento de los sectores revisionistas del PSUA (Partido Socialista Unificado de Alemania) y del PCUS de acabar con el PCPE, como parte de un proceso histórico más amplio de liquidación del socialismo y restauración del capitalismo en la Europa del Este que culminó con la victoria de la contrarrevolución en la URSS en 1991. En lo interno de los CJC comenzó a conformarse una fracción frente al PCPE. Mediante la utilización del discurso de la independencia orgánica, un amplio sector del Partido buscaba romper con el proyecto estratégico del PCPE y justificar la integración en Izquierda Unida (IU) y en el PCE. En 1993 se escenificaba en el IV Congreso del PCPE el culmen del proceso liquidacionista que volvía a desgajar al Partido. Posteriormente, los CJC celebramos nuestro III Congreso en Mollina (Málaga).
Al papel servil del PCE y la caída del bloque socialista se le sumaba la crisis de un PCPE reducido a su mínima expresión y fuertemente penetrado por posiciones ajenas y enfrentadas al marxismo-leninismo. Desde 1994 hasta 1997, tras el duro proceso de la escisión, los CJC vivimos un periodo muy difícil de resistencia, durante el cual se creó el Comité Estatal de dirección (dirección provisional) en un intento de contrarrestar la disgregación y desaparición de numerosos colectivos de base. En 1997, tras un largo proceso de recomposición y acumulación de fuerzas, se pudo celebrar el IV Congreso en Madrid bajo el lema «Unir a la juventud, organizar la revolución». Este supondría el comienzo de un lento pero imparable proceso de recuperación de los CJC como organización.
Tras la crisis económica de 1993-1995, el capitalismo español completaba su reorganización económica e inserción en el capitalismo internacional. Desde 1995 hasta el año 2008 se experimentó un periodo de crecimiento general del capitalismo español que afianzó el dominio de la burguesía a todos los niveles, solidificando el modelo bipartidista (PSOE-PP) de gestión.
Superados los peores momentos los CJC celebramos el V Congreso los días 6, 7, 8 y 9 de diciembre de 2001 en Madrid, bajo el lema «Juventud organizada, batalla ganada». Un año antes, el PCPE, continuando con el proceso de unidad de los comunistas que lo había caracterizado desde su creación, celebró el Congreso de Unificación Comunista junto al PCOE. Los CJC comenzábamos a incorporar a nuestras filas a una nueva generación de militantes jóvenes que, junto a los cuadros1 que habían sostenido a la organización en la etapa de resistencia, fueron recuperando la dinámica leninista en la dirección central y la iniciativa de trabajo político, lo cual trajo consigo un paulatino crecimiento organizativo.
En 2005 tuvo lugar el VI Congreso, los días 22, 23 y 24 de julio en Madrid, bajo el lema «Pensar, vivir y construir revolución», en el que Emma Esplá resultó elegida como Secretaria General. En este periodo se relanzaron las relaciones internacionales y nuestro trabajo en la Federación Mundial de la Juventud Democrática (FMJD)2, y se produjo un crecimiento organizativo continuado en gran parte del país.
Notas
- Por «cuadro» se entiende a aquel militante con un alto grado de comprensión del proyecto, de formación teórica en el marxismo-leninismo, de capacidad de trabajo, de habilidad en la intervención de masas y de cultura militante.
- Organización juvenil internacional fundada en 1945 en Londres, al término de la II Guerra Mundial. Agrupa a juventudes antiimperialistas y «progresistas» de numerosos países del mundo. Como principal evento celebra cada pocos años el Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes. Desde CJC trabajamos por el avance de las posiciones marxistas-leninistas en su seno para una correcta caracterización del imperialismo y una coordinación de las luchas de los jóvenes en todo el mundo desde posiciones revolucionarias.